Por Juan Gomez
El 22 de mayo de 2021, el Atlético de Madrid consiguió su Liga número 11 tras vencer 2-1 al Valladolid. Por obvias razones, todo era felicidad absoluta. Diego Simeone sumaba otro capítulo más en su historia con el club y la afición se sentía la más grande del mundo. Sin embargo, un hecho trágico interrumpió los festejos…
La celebración se transformó en una tragedia. Un joven de 13 años murió cuándo la furgoneta en la que viajaba sentado en la ventanilla entró en el aparcamiento subterráneo de la plaza de Santa Ana, en el distrito Centro de la capital. El menor se golpeó la cabeza contra la pared, lo que provocó su fallecimiento en el acto.
Según un testigo, el conductor iba “algo rápido” para la zona y ha derribado incluso “hasta siete vallas de obra” antes de entrar en el aparcamiento. Al poco tiempo, se empezó a oír a personas que se arremolinaban en la entrada. Algunos subieron a la superficie y llamaron a los servicios de emergencia porque acababa de ocurrir el accidente.
En el instante que llegó la ambulancia, el joven se encontraba con un paro cardiorrespiratorio y con un fortísimo traumatismo craneoencefálico. Los sanitarios intentaron la reanimación durante más de una hora, pero al final sólo certificaron la muerte dada la gravedad de lesiones que sufrió.
El arquero Jan Oblak reconoció actualmente que si podría cambiar el destino de aquella Liga 2021. Ya que de esta manera, si el Colchonero no salía campeón, no se provocaban los festejos y el niño de 13 años no perdería la vida. Sin duda que esa consagración no tiene grandes recuerdos. Siempre se recordará al fanático.
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